Diferencia entre desahucio de inquilino moroso de okupas.
Alguien está viviendo en tu piso sin pagar ¿Es un okupa o un moroso? La clave está en el modo en el que accedió a la vivienda. En este artículo, te explicamos las diferencias entre un inquilino moroso y un okupa.
La clave para distinguir a un inquilino moroso de un okupa está en el contrato de alquiler.
Un inquilino moroso es aquel que, tras entrar en un piso en alquiler, deja de pagar las cuotas del arrendamiento, los suministros o todo. Esta persona ha accedido al piso a través de la formalización de un contrato de alquiler. A pesar de que deje de pagar la renta o las facturas, el dueño del piso no podrá recuperar su vivienda hasta que un juez proceda al desalojo del moroso.
Desde el primer mes que el inquilino deje de pagar la renta se convertirá en un moroso. También lo serán los arrendatarios que finalizado el contrato de alquiler permanezcan en la vivienda en contra de la voluntad del arrendador.
Un okupa es aquella persona que entra en una vivienda y se establece en esta sin el consentimiento de su propietario. A diferencia de lo que ocurre con los inquilinos morosos, los okupas acceden a una casa sin un contrato de alquiler.
Lo que se conoce como ‘okupación’ no aparece escrito en el marco legal. Sin embargo existen dos términos que se refieren a ello: usurpación y allanamiento de morada.
La diferencia entre estos dos términos es que en el allanamiento se viola la morada y la propiedad de alguien, mientras que en la usurpación solo se viola la propiedad.
“Existe un mito que expresa que si los ocupantes llevan menos de 48 horas dentro de la vivienda estamos ante un delito flagrante y se les puede echar sin más contemplaciones. Sin embargo, se trata de una afirmación sin base en ninguna ley (ni en el Código Penal ni en la Ley de Enjuiciamiento Criminal)”, comenta César García, director de Acounsel Abogados.
Para que se pueda efectuar el desalojo inmediato de unos okupas, lo esencial es que se les descubra en el acto, por ejemplo, a través de una cámara de seguridad o alarma. Es decir, se les tiene que pillar cometiendo el delito antes de que les dé tiempo a tomar posesión del inmueble. En ese momento, el propietario puede llamar a la policía para echarles.
La realidad es que no existe un desahucio express que en 48 horas eche a unos okupas o inquilinos morosos que tengan la posesión del piso. Dependiendo de cómo hayan entrado a la vivienda habrá que iniciar un proceso de desahucio u otro.
Si el propietario se enfrenta a un inquilino moroso, tendrá que emprender un proceso de desahucio por impago. Si, en cambio, han okupado la casa, habrá que iniciar un proceso de desahucio por precario.
Se considera okupa a la persona que entra y se establece en una casa o inmueble sin permiso o conocimiento de su propietario. Es decir, accede sin ningún tipo de contrato ni acuerdo.
Ocupar un inmueble es un delito que puede acarrear penas de prisión y no hay un tiempo en el que se puede estar de okupa, pues se estaría cometiendo una infracción cuyas penas dependen del modo en el que se entra a la vivienda (por ejemplo, con violencia o intimidación) y de si esta se considerada como morada o no. En España, el tiempo medio para echar a un okupa es de ocho a 12 meses.