La inversión en comunidad catalana no para de crecer, pero también lo hacen los precios de las viviendas. ¿Qué factores condicionan para que compremos casa este 2025? ¿En qué zonas es mejor hacerlo? Los expertos analizan si es factible comprar vivienda este año y por qué.
La bajada de los tipos de interés en 2025 puede ser un incentivo atractivo para quienes estén considerando la compra de vivienda en Cataluña. Este contexto facilita el acceso a un financiamiento más económico, lo que puede hacer que adquirir una propiedad sea más viable para muchas personas. “En este sentido, el entorno actual de intereses bajos es un factor positivo que impulsa la decisión de compra”, aclara Dolors Jiménez, directora Territorial Cataluña de Gesvalt.
Por otro lado, la oferta de viviendas en Cataluña sigue siendo limitada, lo que está provocando un aumento gradual en los precios. Jiménez avanza que, aunque estos incrementos tienden a ser graduales, la tendencia al alza sugiere que los precios podrían seguir subiendo en los próximos años, lo que convierte al mercado actual en un momento interesante para entrar antes de que los precios sean más elevados.
Maribel Martínez, arquitecto técnico & Project Manager, gerente de Bel.lar Espais y asesora colaboradora de Iad España, destaca que 2025 es un buen año para comprar vivienda en Cataluña. “Todo apunta a que sí. Los principales indicadores económicos y sociales reflejan un mercado inmobiliario en expansión. Según algunas previsiones, la inversión en Cataluña podría crecer entre un 15% y un 20% este año, lo que demuestra una fuerte demanda y confianza en el sector”.
La decisión de comprar una vivienda depende de factores personales, siendo el más relevante la capacidad de ahorro. Luego están la estabilidad económica, las necesidades familiares y los objetivos a largo plazo. Aunque el contexto económico puede ser a priori favorable, está claro que la decisión siempre dependerá de la situación particular de cada comprador.
Desde Gesvalt apuntan que si se habla de comprar la primera vivienda y el comprador es menor de 35 años, es necesario que haya ventajas asociadas, como posibles ayudas o beneficios fiscales, además de la oportunidad de aprovechar la bajada de intereses.
Mientras que, si se compra en una zona tensionada, donde la oferta es limitada y la demanda alta, “puede significar precios elevados y alta competencia. Aunque esto podría ser un reto, también es una indicación de que la inversión podría valorizarse con el tiempo”.
Dolors Jiménez comenta que, si la vivienda se compra para alquiler turístico, las restricciones normativas locales deben considerarse, ya que algunas zonas de Cataluña tienen regulaciones estrictas. “Si es para alquiler tradicional, la alta demanda puede garantizar una ocupación estable y rendimientos consistentes”.
Maribel Martínez destaca como factores la alta demanda, que vendrá impulsada por las familias que esperaban mejores condiciones hipotecarias, jóvenes que aprovecharán las ayudas estatales o el apoyo financiero de sus familias para comprar en lugar de alquilar, ante la complicada situación del mercado del alquiler, y compradores extranjeros que siguen viendo en Cataluña un destino atractivo para residir, invertir o jubilarse.
También señala la reducción de los tipos de interés, permitiendo pagar cuotas hipotecarias más bajas que muchos alquileres, además de la mayor facilidad de acceso al crédito, con bancos menos restrictivos en la concesión de hipotecas. “También el cambio de vivienda, con familias que buscan mejorar su hogar en un contexto financiero favorable y la recuperación económica, con descenso de la inflación, menor desempleo y aumento de los salarios, factores que refuerzan la capacidad de compra”.
Martínez apunta aquellos factores que podrían dificultar la compra, como el incremento de la demanda, que podría elevar los precios en ciertas zonas. “También los factores económicos internacionales, como la evolución de la economía estadounidense, que podría influir en la política monetaria y ralentizar la bajada de los tipos de interés. Y la oferta limitada de viviendas asequibles, lo que puede dificultar encontrar opciones dentro de ciertos presupuestos”.
La experta señala que, si se trata, por ejemplo, de cambiar una vivienda actual por otra, es crucial evaluar si los beneficios (mejor ubicación, espacio o condiciones) compensan los costes de transacción y los precios actuales del mercado.
Para Martínez, es probable que la mayor demanda se concentre en viviendas de menos de 250.000 euros, ya que permiten asumir cuotas hipotecarias accesibles. “Por ejemplo, con una hipoteca a 25 años y un tipo de interés del 1,5%, la cuota mensual rondaría los 999€/mes, una cifra asequible para muchos compradores de primera vivienda”.
La directora Territorial Cataluña de Gesvalt destaca que, cuando la motivación es inversora, la ubicación adquiere una importancia estratégica. Si el objetivo es el alquiler tradicional, es clave buscar zonas con buena dotación de servicios y actividad económica, como el Tarragonés, el Baix Llobregat, el Barcelonés o el Vallés, donde la demanda de alquiler es consistente. “Por otro lado, si se opta por el alquiler turístico, las áreas costeras de Cataluña son ideales, siempre y cuando sea posible obtener una licencia vacacional, dado el atractivo de estas zonas para visitantes”.
A nivel general, una buena localización suele ser un elemento clave. En Cataluña hay actualmente multitud de barrios emergentes que se están planeando con “buenas conexiones de transporte público y con alta oferta de servicios y que con el tiempo incrementaran su valor, convirtiéndose así en una opción segura tanto para vivir como para invertir”.